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Alberto y yo hemos recogido los dorsales y estamos impacientes por comenzar. Al fondo se ve la cola de ciclistas aún sin dorsal. Sí, la morena de detrás de Alberto también corrió la prueba. |
Nuestras bicis ya están vestidas con su dorsal. Observad lo amigas que se han hecho. |
Una boda madrugadora por las calles de Tolox. El novio recibe la enhorabuena de los ciclistas. |
El cortejo de la novia pasa poco antes de la salida. |
La ruta tuvo de todo: asfalto, zona muy pedregosa y algún que otro camino muy bien pisado y con sombrita. Pero siempre, siempre, subiendo pendientes. Estamos en la Sierra de las Nieves y es difícil encontrar un llano. |
Así hasta llegar a la zona de avituayamiento. Allí disfrutamos de las primera vista espectacular. Detrás de Alberto se pueden ver algunos pinsapos que pasan desapercibidos entre la arboleda. Llevamos sólo 16 km pero los hemos hecho a muy buen ritmo. Paramos a tomar una manzana y agua. Cuando el pelotón se agrupa nos dan la salida al tramo competitivo. Se trata de 18 km que nos llevarán a una cota de 1930mt de altura, cima de la prueba. |
Vemos a Alberto haciendo los últimos metros del tramo competitivo: la subida de 2km a la Caseta de las Golondrinas. Esta caseta está en la cima de una pequeña colina de difícil acceso. Observad el reguero de ciclistas tras él para estimar la pendiente. Además mirad la posición de la rueda delantera, signo de que subíamos casi parados por dicha pendiente. |
El tramo competitivo tenía una pendiente muy llevadera aunque constante (apenas había zonas de descanso). En cuanto dieron la salida salimos escopetados, y eso que yo me vanaglorio de no ser "competitivo". Fuimos los dos dándonos relevos a un ritmo muy bueno. Los dos hemos acabado muy satisfechos y nos hacemos una foto junto a una garita de vigilancia que hay en la cima |
Prácticamente estamos en la cima de la Sierra de las Nieves. Desde aquí vemos enormes valles que se abren y otras cimas a lo lejos. |
Esta foto refleja muy bien la dura que fue la subida. Observad el enorme valle y a la derecha la silueta del Torrecilla |
El final del recorrido es todo bajada y aquí Alberto se emplea a fondo y me deja atrás. Yo además de mi falta de habilidad habitual me entretuve en hacer algunas fotos de los ciclistas bajando como posesos en busca de la paellita y la cerveza. |