Desafortunadas erratas

Afortunadamente, el pasado Miércoles, 13 de octubre, reaparecía el apartado de "Ciencia" en la sección "Luces" de su periódico, Gerard ‘t Hooft y Martinus Veltman encabezaban el titular tras obtener el premio Nobel de Física. Desafortunadamente comenzaba el título con "Gerardus t’Hooft", en lugar de "Gerardus ‘t Hooft" y, más aún, en el pie de foto aparecía "Gerardus t’Hoot", aunque sin embargo en las columnas tres y cuatro aparece correctamente escrito. He de recalcar que ‘t Hooft firma sus artículos técnicos como Gerard y he de confesar que ignoro cómo se pronuncia la "‘t" de su apellido y el significado de la misma, por lo que yo pronuncio su nombre omitiendo la "’t".

Por otro lado, la página mostraba un desafortunado baile de fotos. Ahmed Zewail, de 53 años y egipcio, aparecía a la izquierda de Gerard ‘t Hooft, también de 53 años pero holandés, cuando el pie de foto indicaba erróneamente que eran fotos de ‘t Hooft y Veltman. Por otro lado, la foto de Martinus Veltman, de 68 años y holandés, aparecía en el lugar del nuevo premio Nobel de Química que es egipcio. He de recordar que Veltman conoce bastante bien España, ya que ha pasado 10 años de profesor especial en la Universidad Autónoma de Madrid, antes de jubilarse, invitado por Francisco Ynduráin, experto español en cromodinámica cuántica, que junto con la teoría electrodébil conforma el Modelo Estándar, es decir, lo que sabemos sobre las partículas elementales.

Más aún, en la segunda columna se menciona que el premio Nobel de Física de 1969 fue obtenido por los fundadores de la teoría electrodébil, Glashow, Salam y Weinberg, cuando, si bien es cierto que la teoría fue desarrollada durante la década de los 60s, les fue concedido el premio Nobel en 1979, tras el descubrimiento de las corrientes electro-débiles neutras en 1974 en el CERN. Este premio fue muy polémico, pues si bien la teoría matemática, tras los trabajos de Faddev, Popov, de Witt, ‘t Hooft y Veltman, entre otros, parecía correcta, predecía la existencia de al menos cuatro nuevas partículas que todavía no se habían detectado. Cuando Carlo Rubbia y Simon van der Meer descubrieron los "fotones" de la teoría electrodébil, es decir, los bosones vectoriales electrodébiles W (positivo y negativo) y Z, la Academia Sueca se lavó las manos y les concedió el Nobel en 1984. Todavía no se ha encontrado la cuarta partícula, el bosón escalar de Higgs. Se espera que el nuevo gran acelerador de hadrones (LHC) del CERN que estará en funcionamiento en el 2004, encuentre dicha partícula y, por supuesto, que se conceda un nuevo Nobel por ello.

Finalmente, tanto en el titular como en el propio artículo se indicaba que la Academia Sueca ha concedido el premio Nobel de Física por "haber dotado a la teoría de la física de partículas de una base matemática más firme" cuando, en la página de Internet de la Academia (www.nobel.se) se anuncia el premio "por haber dilucidado la estructura cuántica de la teoría electrodébil", que es mencionada en el último párrafo del artículo de su periódico. Los trabajos de Veltman y ‘t Hooft demostraron la renormalizabilidad de la teoría electrodébil en 1971-72 y con ella de todo el Modelo Estándar, posibilitando la predicción teórica de las masas de los bosones vectoriales electrodébiles y del esquivo quark top (t), descubierto en 1996 en el Fermilab, EEUU.

Francisco R. Villatoro

Profesor de la Universidad de Málaga