VILLA's CONTEST |
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El año en que nací, el
hombre llegó a la luna, apareció el unix y la internet. ¡¡Vaya
año!!
Pero como dice el cantaó, que no se pué llegá a los treinta...
El peujá
se me ha ajeñao, tengo el ganao con basera,
ayer me ardió
un armiá, se me han muerto cinco
utreras...
¡El
seniso, camará!
Nací
en Mijas...aunque me he criado en Fuengirola
La gente de Mijas, sobre todo los
viejos, cuando este pueblo,
ahora tan famoso, sólo era un pequeño
nido blanco acurrucado
entre los ásperos pinares de la sierra, recuerdan
la extraordinaria
suerte que tuvo la "Niña de la riá",
porque no fue poca, sino
extraordinaria, la de rodar arrebatada por las aviesas
aguas del
diluvio y la tronada desde los altos riscos mijeños
hasta la misma
playa de Fuengirola. ¡Cinco kilómetros,
Señor, dando tumbos y
salir ilesa! No me negarán ustedes que el caso
es más que
justificado de exvoto colgado en la pared de la ermita.
También,
como recuerdo, quedó en el lenguaje popular
aquello de
"¡Anda, que tienes más suerte que la
niña de la riá".
Juan Cepas
Diccionario Popular Malagueño
Cuando los conquistadores españoles en México empezaron en el siglo XVI a avanzar hacia el norte, hacia el país ahora conocido como Texas, iban guiados por los rumores de ciudades de oro, las siete ciudades de Cibola. En aquel tiempo esto no resultaba tan irrazonable. Pocos europeos habían estado en Texas y todos sabían que podría contener cualquier maravilla. Pero supongamos que hoy día alguien presetna evidencia de que existen siete ciudades de oro en algún lugar de la Texas moderna. ¿Recomendaría usted abiertamente que se organice una expedición para explorar todos los rincones del estado entre el río Rojo y el río Grande en busca de estas ciudades? Yo pienso que usted consideraría que sabemos ya tanto sobre Texas, y tanto se ha explorado y colonizado en ella, que simplemente no valdría la pena buscar misteriosas ciudades de oro. De la misma forma, nuestro descubrimiento de las conexas y convergentes estructuras de las explicaciones científicas nos ha hecho el gran servicio de enseñarnos que no hay lugar en la naturaleza para la astrología, la telequinesis, el creacionismo u otras supersticiones.
% make love
Make: Don't know how to make love. Stop.
% why not?
why: No match.
% man: why did you get a divorce?
man:: Too many arguments.
% ^What is saccharine?
Bad substitute.
$ drink < bottle;opener
bottle: cannot open
opener: not foundGracias Felipe Gabaldón (aparecido en 11 Boletín informativo de la Sociedad Española de Métodos Numéricos en Ingeniería)
OTRAS LEYES DE MURPHY Y DE OTROS
Tu madre es una mala pécora.
- La frase «Mater tua mala puta est» significa...
Utiliza el ratón para ver la respuesta...
SOLUCION:
Tu madre come manzanas rojas.
Llámanse piquiponianas a las frases de sentido cambiando, oblicuo, falsamente trascendente o simplemente disparatadas, originadas en el falso recuerdo de la palabra correcta para la ocasión y sus sustitución por otra formalmente parecida pero contrastante. En un sentido más general, también las incorrectas traducciones de una a otra lengua, aplicación de lugares comunes en momentos inoportunos, etc. Todas estas características las reunía el político catalán, ciertamente notorio en el primer tercio de este siglo, Joan Pich i Pon (1878-1937), en quien se origina el nombre.
- En un entierro civil, poseído de su ardor laico, comentó:
—Llegará un día en que los entierros se harán sin curas y sin difunto...
- En el campo de la Medicina, sus incursiones eran temibles. Así, las trombosis urinarias podían ser consecuencia de hacer llevado una vida licenciada. En una agotadora sesión del Parlamento, el político Melquíades Álvarez sufrió un desvanecimiento que le impidió terminar su discurso. Pich i Pon se refirió a él conmiserativamente:
—Álvarez no pudo terminar porque le vino una linotipia.
El comentarista de Mirador, la revista que transcribía esta piquiponiana, aclaraba: "En realidad, era un gran mérito por parte del señor Pich i Pon, que no tenía la obligación de conocer la palabra "linotipia", pues en la imprenta de sus periódicos se utilizan linógrafos".
- Llegados aquí, es inevitable citar otra mucho más posterior. En cuanto Fidel Castro y los suyos consiguieron revolucionariamente el poder en Cuba, se formó el gabinete ministerial que había de gobernar la isla. Castro iba preguntando a sus hombre de confianza: "¿Hay algún médico?" Y al que levantaba la mano era nombrado ministro de Sanidad. Al preguntar "Hay algún economista?", la mano izada fue la del Che Guevara, quien pasó ipso facto a ser ministro de economía. A la salida de la reunión, Fidel Castro dijo a su segundo:
—Pues no sabía que fueras economista.
—¿Economista? No, che, lo que yo entendí era si era comunista.
La anécdota ha sido autenticada por el propio Fidel Castro.
- Más piquinomias (Gracias Josep M. Albaigès / Contxita Vega) publicadas en ...
- CARROLLIA, el órgano de comunicación del CARROLLSIG de Mensa España, sobre todo aquello que hubiera gustado a Lewis Carroll...